Me casé y me mudé a vivir con mi esposo y mi suegro por más de un año. Mi suegro siempre quiso que le diera un nieto. También me gustan mucho los niños, así que también quiero tener hijos, pero a mi marido no parece gustarle el sexo. Me hizo el amor como si estuviera obligado, empujándola y eyaculando rápidamente, sin sentir nada, me sentí sumamente sola y decepcionada. Mi suegro fue testigo de todo, mientras mi marido no estaba, me obligó a hacerlo con él e implantó su semilla dentro de mí. En los días siguientes, me manoseó y manoseó incluso cuando mi marido estaba cerca, pero nunca me hizo eso. Parecía que me entendía bien, sabía que nunca podría olvidar su enorme y dura vara y quería que me sometiera a su entrepierna...